GRITITO
Cartel desplegable de la exposición, 1993
GRITITO
Cartel desplegable de la exposición, 1993
Con el título Gritito, que fue también el de la exposición de Montoya realizada en la Galería Ángel Romero en 1993, se desarrolla una serie de pinturas realizadas con lacas transparentes y esmaltes sobre plástico irisado y superficies metalizadas. El impacto de la luz, creando destellos y efectos de colores iridiscentes, hace que el visionado en directo sea el único que puede transmitir toda la realidad de la obra.
Son pinturas que hablan de momentos mágicos, del amor, de la emoción, del espectáculo… Una realidad cotidiana y a la vez inaccesible, llena de estrellas de la farándula y de episodios tan trágicos como impactantes. Los medios de comunicación, con sus noticias de guerra y de catástrofe, alternan el drama con personajes fantásticos, Mamachichos y otras hadas, que endulzan hasta la extenuación esta realidad a gritos, o a grititos, que es como la percibimos.
En esta exposición se plantea ya la temática que va a ser uno de los ejes del artista en futuros trabajos: la convivencia entre la felicidad y el conflicto. La felicidad como un derecho, un espacio desinhibido, incluso estridente, en el que se postulan los valores de una sociedad que interpreta el bienestar como una imagen de la perfección. Y el conflicto, como una amenaza necesaria que crea contraste desde la distacia de los medios de comunicación.
Daniel Casagrande, 2003
Gritos Hifi (Serie), 1993. Pintura sobre plástico irisado y CD.
Gritito, 1993. Vista de la exposición, Galería Ángel Romero.
Paisaje Hifi, 2003. Pintura sobre plástico irisado y CDs.
Pasiones contenidas, 1994. Pintura y madera sobre plástico irisado.