EL DISFRAZ DE CADA INSTANTE
Éxtasis, Basura envasada 1995-96
El Disfraz de cada instante, es un universo de miles de imágenes llenas de significados concretos transmitidos desde distintos medios. Son imágenes que llaman nuestra atención una por una y que forman parte de conjuntos que proyectan nuevos contenidos, muchas veces contrapuestos con los primeros. Se trata de un juego multidimensional en el que el público toma partido mediante un antifaz que le muestra la imagen global del conjunto de imágenes de cada obra. En ese gesto del espectador se escenifica el mundo íntimo de nuestra indiferencia que ante una realidad indeseable vuelve la mirada instintivamente para protegerse con cualquier motivo de felicidad segura: un beso, una cara feliz, un momento de deseo…
Isaac Montoya juega con las distancias, nos hace tomar posiciones. Muestra la realidad con sus contradicciones, con su diversidad, con su colorido, con su complejidad de fin de Siglo. Y al final salimos con una sonrisa de complicidad, quizás por lo que vemos, quizás por lo que no vemos. Hay en todo ello un sentido de omisión permanente, de connivencia con la tragedia habitual, lleno de miedo por perder este presente tan afortunado para la mayoría.
Daniel Casagrande
Catálogo de Burgueses, El encanto del Vigilante, 1996.
El Encanto del Vigilante, Exposición de Burgueses en el Monasterio de Prado, Valladolid, 1996