EL DISFRAZ DE CADA INSTANTE
Estabilidad familiar, 1992. Fotografías de telediarios. / Sentimiento Universal, 1992. Fotografías de la Exposición Universal de Sevilla.
La serie El disfraz de cada instante se realizó entre 1992 y 1995. Se trata de un conjunto de obras que contienen imágenes ocultas de parejas , familias, desnudos... Son collages fotográficos, en su primera etapa, realizados mediante la manipulación en laboratorio fotográfico del color y la luz, foto a foto. El contenido de las fotografías difiere entre capturas del telediario, desnudos de revistas eróticas, imágenes de células humanas, publicidad de prensa, la Exposición Universal de Sevilla etc.
Las primeras obras de Isaac Montoya son de finales de los años ochenta y se basaban en la transposición pictórica de las imágenes de la prensa. Unas imágenes teñidas de expresionismo, tanto por el colorido ácido y chirriante como por su configuración en la que se combinan simplicidad y énfasis. No obstante, lo más importante de aquellas obras iniciles es su propuesta de análisis de los vínculos entre la imagen pictórica y las imágenes que desde los medios de comunicación pueblan nuestro imaginario colectivo. Es el comienzo de un diálogo continuado entre imagen pictórica e imagen cultural con el objetivo de establecer y evidenciar complicidades.
En el despliegue de este germinal proyecto artístico hay varios momentos claramente significativos. Por un lado, la incorporación del objetualismo. La identificación entre la cosa y su imagen ha abierto para la práctica artística una vía narrativa y analítica, en definitiva, crítica, que la pintura en su ensimismamiento expresionista no contaba. Sus obras de los primeros años noventa, utilizando fotografías dentro de estuches de CD, que a su vez componían una nueva imagen, constituyen desde la perspectiva contemporánea la extrapolación del tema clásico del espejo y la refracción de la imagen. La imagen final de sus cuadros es una imagen emblemática del colectivo social: un rostro de mujer, una actitud cotidiana…, que se compone de miles de situaciones comunes en las que coexisten la violencia, el sexo, el ámbito familiar o las frases más tópicas. La hipotética imagen ideal construida de fragmentos de vida. El objeto, en este caso el CD, aporta el sentido de lo reductivo, la intercambiabilidad, la tecnología, la metáfora de una vida alienada por la polaridad del deseo.
Isaac Montoya es un artista fronterizo que interroga con las más diversas estrategias (simulación, objetualismo, nomadismo…), ambos lados del espejo de la sublimación artística, arte y realidad. No es un artista que se le pueda encasillar dentro de la pintura, ya que sus obras la desbordan, a pesar del claro sentido de lo plástico y de lo visual. Tampoco intenta situarse en el rigorismo conceptual. Es un artista que básicamente transforma su propia experiencia estética en proyecto artístico, sabiendo que cada obra es una concreción plástica y como tal debe ser un nuevo factor de comunicación estética.
Félix Guisasola
Isaac Montoya: Ensueño y realidad de la imagen, 1996.
En carne viva, 1994. Fotografías de células.
La piel del amor, 1994 (Serie). Fotografías de revistas eróticas.