CENICIENTA Y MR. HYDE
Máxima tensión, 1999. Imagen digital.
CENICIENTA Y MR. HYDE
Máxima tensión, 1999. Imagen digital.
Otro de los temas favoritos de Montoya es el concepto de belleza, sin duda también uno de los temas “estrella” de nuestra sociedad. La belleza es un arma sofisticada, una destreza con la que se puede escalar hacia el éxito con ventaja. La belleza no tiene límite y utiliza cualquier herramienta para crecer: cosmética, cirugía, medicamentos, diseño, ordenador...
Millones de personas imitan los modelos que nos proponen los medios para hacer de sus vidas una historia memorable. El mito de cenicienta tiene aquí una actualización personalizada. Los hechizos están al alcance de cualquiera por un precio razonable y democrático, porque todos lo valemos.
Montoya acometa la belleza partiendo de modelos clásicos que sin duda inspiran los nuevos cuerpos anabolizados. La belleza aparece así con sus dos caras, por un lado la del ideal de los sentidos y el placer y por otro la fabricación quimérica como espejo-espejito de las vanidades y ambiciones. Esta doble cara se pone más de manifiesto en su obra con la aparición de los primeros trabajos con imagen oculta. Estas obras proponen un juego óptico por medio del cual a través de un filtro de color podemos descubrir una visión que anula la primera que vimos a simple vista. Esta fórmula le permite al artista crear un “espíritu” a la imagen, una realidad subliminal que una vez desvelada permanecerá en nuestra conciencia como un espectro insistente.
Daniel Casagrande
Simulacros del éxtasis, 2003
A miles de años, 1999. Imagen digital.
Abuso interior, 2000. Imagen digital.
Desnudo interior, 2000. Imagen digital.
Víctima de su cuerpo, 2000. Imagen digital.
En muchos casos, el tratamiento digital va encaminado a conseguir la mayor sensación de hiperrrealidad visual que la tecnología posibilita, aunque la imagen final resulte a todas luces existencialmente increíble. Sin embargo en ese juego dialéctico entre espectacularidad visual e imposibilidad existencial del referente es donde se produce el cortocircuito visual, el impacto psicológico, del que el espectador es sujeto obligado. Un ejemplo inequívoco es la obra de Isaac Montoya. Para ello el autor utiliza diversos fragmentos fotográficos recuperados del entorno mediático, pero ahora se va a servir de la trituradora digital para asignar a unos rostros cuerpos y entornos que no le corresponden. De esta forma, y dando a las imágenes una vuelta de tuerca ejemplar, Montoya plantea un discurso enormemente crítico con respecto al desmesurado culto al cuerpo, los mitos absurdos surgidos en la sociedad de consumo, así como la ceguera de la cultura occidental al dolor, la violencia, la injusticia y la hambruna que sufre el resto de la humanidad.
José Gomez Isla
Ninfografías, Infomanías (Texto del catálogo de la exposición), 2001
Como de otro mundo, 1998. Imagen digital.
Venciendo en el futuro, 2001. Imagen digital.
El impacto de la tristeza, 2000. Imagen digital.
Hacia un mundo mejor, 2000. Imagen digital y molinillos de viento.
¿Es éste el mundo interconectado del que tanto se habla para elogiar el progreso mediático? Esta pregunta resuena también en la obra Hacia un mundo mejor, de Isaac Montoya. En la imagen, un hemiciclo parlamentario, apacible y casi vacío, aparece semicubierto por una estridente y espesa niebla. Tan sólo una mirada afinada permite detectar, entre esa niebla borrosa, la imagen de una columna de refugiados con expresión cansada y aturdida, suspendida sobre un espacio vacío de poder. La obra incluye unos molinillos de feria -evocando un mundo infantil, al mismo tiempo, ignorante y vulnerable- que se mueven al son del aire acondicionado del espacio expositivo.
Karin Ohlenschläger
Media ambiente, 2003
Mis sueños ya son realidad, 2003. Caja de luz.