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Canal de Seducción,
Exposición en la Iglesia del Monasterio de Prado,
Valladolid, 2000.
Proyecto de Isaac Montoya
La Historia hoy se escribe cuando tiene un interés general y
mantiene los índices de audiencia. La política internacional
despliega su escenografía más demagógica mientras las guerras son
seguidas por televisión y los escándalos sociales forman parte de la
cultura del entretenimiento. Todo ello narrado con imágenes de una
belleza irresistible en una oferta en alta definición de sensaciones
capaces de saciar a todos los sentidos a la vez. Infinitas opciones
para un mundo que ha hecho de la comunicación un método de
organización social con un sistema de codificación de la información
monopolizado por las redes de difusión.
El Arte no sólo va a ser cómplice de este sistema, además se
encargará de saturar este espacio de la manera más rápida posible a
la espera de descubrir dónde está el límite de este universo
irisado. Así la violencia, la provocación, el espectáculo, los
efectos especiales, la belleza comercial, se muestran en el Arte de
la misma forma que en el cine o la televisión. Desbordando con su
sensualidad a un espectador que se verá atrapado por los efectos
sensoriales para posteriormente recibir la conmoción de su verdadera
lectura.
El artista se convierte en un narrador de las cosas de la vida
buscando deliberadamente el centro emocional e incluso sentimental
del espectador. Para ello no dudará incluso en usarse a sí mismo
como instrumento de su trabajo, prestando su imagen y su cuerpo para
confeccionar mundos paralelos tan reales como el aceptado como
verdadero. El cuerpo ya no es cosa “del otro”, de un modelo ideal,
de una imagen creada por el intelecto. A través del propio cuerpo se
inicia la única realidad posible. Eso parece querer decir el artista
a esta sociedad que ya no necesita el oxígeno ni el agua y que tiene
vida eterna como el plástico.
Como si de un canal de seducción se tratase, el Arte va emitiendo
sus imágenes con la conciencia de formar parte del espectáculo real
y de estar transmitiendo un momento histórico concreto;
El arte da imagen a la realidad.
Una realidad
con cada vez más versiones, que ha hecho del zaping
su forma de evolución y que le deja siempre al espectador la
posibilidad de elegir otro Canal de
Seducción.
Isaac Montoya
Catálogo
de la exposición Canal de Seducción
Vista de la exposición:
Simeón Saiz / Jorge Galindo
Vista de la exposición:
Marina Núñez
Vista de la exposición: Isaac Montoya /
Jorge Galindo

Vista de la
exposición: Maribel Domenech / Mateo Maté
Vista de la
exposición: Manuel Rufo

Vista de la exposición: Daniel Canogar / Javier Pérez

Vista de la exposición: Dora García / Paloma Navares

Vista de la exposición: Concha Prada / Rufo Criado

Vista de la exposición: Ricardo Blackman / Ciuco Gutiérrez

Vista de la exposición: Paloma Muños & Walter Martin
Como complemento a la exposición
Canal de Seducción y con el propósito de favorecer el debate y
el intercambio de ideas, se presenta el
ciclo de conferencias "Interpretaciones del
Arte" que tiene como objetivo definir el actual momento
del Arte. Un análisis complejo, pues ante la imposible unidad
hoy día de estilos y géneros solo quedaría la valoración de
intenciones y capacidades en el proceso de comunicación. Sin
embargo artistas de muy distinta procedencia conceptual y con
técnicas de trabajo diferentes mantienen una gran proximidad en
la exposición de contenidos y sobre todo en la forma de relación
con el espectador, mucho más directa y más cómplice con su
realidad. Una realidad basada en el progreso tecnológico y
científico, político y económico. Y también una realidad
expropiada por el espacio virtual, que no distingue límites
entre la privacidad y la publicidad y que necesita de una
narración emocional para sentir y del espectáculo de lo real
para recordar.
El Arte se implicará en esta
integración y globalización de las comunicaciones buscando las
estrategias que configuran esa realidad para reproducirla,
interpretarla, falsificarla si es preciso, con el fin de poner
en evidencia su potencialidad y su vulnerabilidad. El papel del
artista ha dejado de ser el de un inventor de belleza. Tampoco
se interesará por el análisis de los elementos que componen la
obra y que en otros tiempos reducía el Arte a un experimento
visual o teórico. El artista toma una posición arriesgada y
comienza a dar a sus obras un carácter interpretativo, simulando
realidades auténticas, mezclando argumentos opuestos,
conviviendo con la polémica, en el límite de la tolerancia a la
realidad.
En este contexto, en el
emblemático año 2000 que tantas especulaciones ha desarrollado
siempre como sinónimo de futuro (quién no se ha hecho alguna vez
la pregunta ¿cómo será el Arte en el año 2000?, el Arte sigue
por tanto haciendo preguntas. Y en su interpretación se siguen
buscando las respuestas que definen al ser humano. Los
participantes en este ciclo de conferencias, reconocidos por su
visión de futuro en el análisis artístico a nivel internacional,
plantearán las líneas que el Arte está abriendo en la
investigación de la imagen y analizaran su influencia en el
evolución social y en la manera de entender las relaciones
humanas.
Canal de Seducción,
Ciclo de Conferencias en Monasterio de Prado,
Valladolid, 2000.
Dirección del Ciclo: Isaac Montoya
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